Comienzan diálogos de paz con el ELN

El Gobierno y el ELN instalaron formalmente en la tarde del martes 6 de enero la mesa de diálogos en Quito, Ecuador para poner fin al conflicto armado. El acto de instalación comenzó en la hacienda Cashapamba, a las afueras de Quito, y estuvo encabezado por el canciller de Ecuador, Guillaume Long. Long expresó que su país abre sus puertas para que se celebren los diálogos de paz y felicitó a ambas partes (el Gobierno colombiano y el ELN) «por haber llegado con voluntad y tesón hasta este momento».
El canciller de Ecuador, Guillaume Long
En una ceremonia de una hora y media, los jefes negociadores del gobierno, Juan Camilo Restrepo, y de la guerrilla, Pablo Beltrán; abrirán las conversaciones ante representantes de los países garantes (Ecuador, Brasil, Chile, Cuba, Noruega y Venezuela) , 150 invitados y unos 60 medios de comunicación nacionales e internacionales.
El representante del gobieno Juan Camilo Restrepo, y de la guerrilla, Pablo Beltrán
Inicialmente habló Juan Meriguet, delegado de Ecuador, que resaltó el cumplimiento de lo acordado en marzo de 2016 y dijo que culmina una etapa de 3 años de conversaciones exploratorias en ese país. “Se está cumpliendo lo acordado en marzo de 2016. Se inicia una nueva etapa que seguramente va a ser menos complicada que la anterior”, indicó Meriguet.
Por su parte, Pablo Beltrán, jefe de la delegación de paz del ELN, en su discurso titulado “Todos debemos cambiar”, dijo que todos debemos dejar a un lado lo que nos separa y luchar por la búsqueda de la paz. “El Gobierno de Santos nos invitó a dialogar y aquí estamos. Desarrollar una salida política al conflicto significa trazar unos propósitos nobles y se necesita más fuerza que la que tenemos nosotros, por lo que tenemos que sumarnos por la paz. Dejemos a un lado lo que nos separa”.
El guerrillero dijo que el principal propósito nacional debe ser esa búsqueda de la paz y agregó que estas conversaciones abrirán las puertas a la democratización del país. Agradeció también el respaldo de la población y la comunidad internacional, invitó a los líderes de la oposición a que compartan los valores por la paz. “Esperamos que los líderes de la otra parte hagan lo mismo. Hay que movernos de las posiciones que hemos mantenido”.
Para Beltrán el Gobierno debe realizar algunos cambios para lograr la paz y lamentó el “ambiente adverso” que existe para la implementación de los acuerdos. “No venimos a pedir una revolución por decreto. Pero sí unos cambios urgentes que abran camino para una Colombia democrática y soberana”. Beltrán recordó además las amenazas que viven en estos momentos los líderes sociales. “Cada tres días matan un líder social, hoy ni el Estado ni nadie de las elites dominantes responden por este accionar”.
El cabecilla guerrillero insistió en concretar un acuerdo humanitario para aliviar los dolores de la guerra y prometió presión social contra los violentos. “Seguiremos organizando la presión social y seguiremos resistiendo a aquellos que se aferran a sus privilegios por la violencia”, insistió. Y agregó que a esta guerrilla le alienta la esperanza de la mayoría de los colombianos de ponerle fin a la guerra. “Es mejor echar lengua que echar bala. Pueden contar con nosotros y no los defraudaremos”.
Guerrilleros del frente Resistencia Cimarrón del ELN
Los colombianos tenemos derecho a la paz
Por su parte Juan Camilo Restrepo, jefe del equipo negociador del Gobierno, afirmó este martes que la paz está por encima de nuestras diferencias y es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. “Nos convoca para estas conversaciones la grandeza para poner la paz por encima de nuestras diferencias y para entender que son precisamente esas diferencias las que nos enriquecen como nación”.
Restrepo resaltó que la mesa de diálogos no será para ahondar en las diferencias sino para encontrar “caminos para superar las heridas del conflicto y crear las condiciones para que no se repitan”. Señaló el papel que va a jugar la ciudadanía acompañando el proceso y dijo que “su interés, su conocimiento, y sabiduría pueden facilitarnos la tarea de llegar a acuerdos”.
“Ejercicios de deliberación democrática sobre problemas como la educación, la pobreza, la exclusión social, la corrupción y la degradación ambiental, todos ellos incluidos en la agenda pactada con el ELN para estos diálogos, pueden beneficiar de manera notable a departamentos como Arauca, Norte de Santander, Cauca o Chocó, por solo mencionar algunos”.
Juan Camilo Restrepo
Todo el discurso: http://www.elpais.com.co/elpais/colombia/proceso-paz/noticias/invito-eln-renuncie-publicamente-secuestro-juan-camilo-restrepo
Por su parte el líder de la delegación del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Pablo Beltrán, aseguró que con la fase pública de los diálogos de paz, instalada este martes en Ecuador, están intentando «desarrollar una salida política al conflicto».
En este momento histórico el principal propósito nacional es la búsqueda de la paz», expresó el jefe de la insurgencia.
«Nos alienta la esperanza del pueblo de poner fin al conflicto» así como el respaldo de la comunidad internacional, afirmó.
Beltrán aseguró que «en este momento histórico el principal propósito nacional es la búsqueda de la paz», por lo cual se necesita sumar fuerzas de las mayorías
El líder insurgente enfatizó que para lograr la paz es fundamental «resolver las diferencias que nos has separado por décadas», pero que eso depende de la voluntad de cada parte para cambiar.
Condenó que los medios de comunicación hablan de los cambios que debe hacer la guerrilla, «pero poco dice del cambio que debe hacer el régimen para que llegue la paz». En este sentido, recordó que el año pasado fueron asesinados un líder social de izquierda cada tres días y este año hubo una muerte cada dos días.
«La realidad demuestra que solo matan a activistas de fuerzas alternativas y de izquierda», dijo Beltrán y aseguró que este nuevo genocidio no se va a detener con fuerzas policiales «lo que se requiere es voluntad para terminar el conflicto».
Beltrán afirmó que el ELN está dispuesto a asumir la responsabilidad por los hechos del conflicto «y esperamos que la otra parte haga lo mismo». Recordó que en la actualidad «nadie de las élites dominantes asume la responsabilidad del accionar de los paramilitares».
Pablo Beltrán
Todo el discurso: https://www.eln-voces.com/index.php/dialogos-de-paz/comunicados/965-todos-debemos-cambiar
La opinión
Hay que esperar que los vientos de la paz soplen en la mesa quiteña. Y desearles suerte al exministro Juan Camilo Restrepo y a su equipo negociador por el Gobierno. No será fácil, pero ya hay bases. Y si estos seis puntos –participación de la sociedad, transformaciones para la paz, democracia, víctimas, fin del conflicto e implementación de los acuerdos– llegan a buen puerto, Colombia habrá ganado otra de sus más duras batallas. “Hay que tener grandeza para poner la paz por encima de las diferencias”, dijo anoche Juan Camilo Restrepo. Ojalá ese sea el espíritu en la mesa. editorial@eltiempo.com
La encuestas
Los colombianos, por ahora, no están muy convencidos de las intenciones reales de paz que pueda tener el Eln.
Así lo estableció la encuesta bimestral Pulso País, de Datexco, según la cual el 61,2 por ciento de los encuestados cree que esa guerrilla no tiene intenciones legítimas de llegar a un acuerdo de paz con el Gobierno.
Los secuestros cometidos por ese grupo, la demora en la liberación del excongresista Odín Sánchez, algunos atentados contra la infraestructura del país y las infructuosas negociaciones que iniciaron los últimos gobiernos con esa guerrilla hacen que los encuestados no estén muy optimistas sobre los diálogos que se inician en Ecuador.
De todas maneras, hay un 34,2 por ciento que está convencido de que el ELN, que tiene una imagen desfavorable entre los colombianos del 88 por ciento, sí tiene intenciones de llegar a un acuerdo de paz con el Gobierno.
(Consulte todos los resultados de la encuesta Pulso País aquí)
Pero a pesar de esto, un 51,7 por ciento de los consultados se declaran optimistas frente a la posibilidad de que Colombia logre construir la paz.
El estudio también muestra que Colombia pasa por un momento de marcado pesimismo. En octubre pasado, el 50 por ciento de los consultados creía que el país iba por buen camino; en diciembre esa cifra se redujo al 38 por ciento y ahora solo está en el 28 por ciento.
Hacienda Cashapamba, a las afueras de Quito